El islam en Espana: memoria de los siglos

El imán de Fuengirola, España, ha sido encarcelado, según un juez, \"por incitar a la violencia contra las mujeres\". El imán (en árabe significa \"el que dirige la oración\") de Fuengirola, Mohamed Kamal Mostafa, ha declarado, al ingresar en la prisión de Alhaurin de la Torre, en Málaga, que se \"encarcela la libertad religiosa\". Indudablemente se trata de una explicación que no explica lo real, pero es un síntoma.El Juzgado de lo Penal insiste, a su vez, en que Mohamed Kamal transgredía la ley, en un sistema democrático, al incitar la discriminación y la violencia contra las mujeres. Kamal Mostafa señala, por su lado, que es encarcelado \"por traducir la palabra sagrada del Corán\". Los siglos, la memoria de los hombres, la historia de las religiones, en el centro de una inmensa y nueva crisis. Alrededor de mil 200 millones de personas profesan, hoy, el islam. En Europa se estima que existen ya más de 12 millones de musulmanes. Son parte de la ola migratoria, incontenible, que desde el Oriente turco o el Mediterráneo africano llegan a Europa, haciendo escala en la ex España musulmana, que viviera, en gran parte, bajo el islam, entre los años 711 y 1492. Éste fue el año final de lo que en España se conoce, en términos históricos, como la Reconquista. Año mítico, el de 1492, porque los cristianos españoles tomaron al asalto el último reino árabe en Andalucía: el reino de Granada. Los reyes católicos, Isabel y Fernando, decretaron, también en ese año, la expulsión de los judíos de España (salvo los que se convirtieran) y salió, al mismo tiempo, de Palos de Moguer, Cristóbal Colón, para iniciar el viaje que le llevaría al descubrimiento de América. Las Indias, para él. En mi libro Colón , publicado por Aguilar y, previamente, en sus dos primeras ediciones, por el Fondo de Cultura Económica, cuento, en el detalle, ese enorme relato histórico. Relato que abarca las contradicciones de la existencia y la complejidad del vivir. Lo cierto es que el imán de Fuengirola fue llorado por las mujeres, con sus velos, cuando le trasladaban a la prisión. En el capítulo cuatro del Corán, versículo 38 (el Corán tiene 114 capítulos) se dice, sin más, \"que los hombres son superiores a las mujeres a causa de las cualidades por las cuales Dios elevó a los hombres por encima de las mujeres\". Añádase lo que se dice en el mismo versículo: \"Que las mujeres virtuosas son obedientes y sumisas; ellas conservan cuidadosamente, durante la ausencia de sus maridos, aquello que Dios ha ordenado conservar intacto\". No es muy distinto lo que San Pablo dice en su Epístola a los Corintios por lo cual no debemos hacer juicios temerarios ya que la connotación fálica, como conciencia real de un tiempo histórico determinado, dictaba sentencia sobre los comportamientos de las sociedades que éstas, después, han dejado, afortunadamente, muy atrás. San Pablo, en la Biblia de Jerusalén, señala: \"Sin embargo, quiero que sepáis que la cabeza de todo hombre es Cristo y la cabeza de la mujer es el hombre y la cabeza de Cristo es Dios. Todo hombre que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrente a su cabeza. Y toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta afrenta a su cabeza, es como si estuviera rapada. Por tanto, si una mujer no se cubre la cabeza, que se corte el pelo. Y si es afrentoso para una mujer cortarse el pelo o raparse ¡que se cubra! El hombre no debe cubrirse la cabeza pues es imagen y reflejo de Dios, pero la mujer es imagen y reflejo del hombre. En efecto, no procede el hombre de la mujer, sino la mujer del hombre...\". Dos mil años han pasado sobre las palabras. Los obispos que condenaron a la hoguera a Juana de Arco advirtieron, en el juicio, terrible, que Juana de Arco llevaba pantalones y que eso era \"abominable a los ojos de Dios\". La historia nos permite la clemencia. Prudentemente el Corán señala, en el mismo capítulo y en el versículo 3, que para no ser injustos con los huérfanos, \"casaros con pocas mujeres, dos, tres o cuatro... pero si todavía teméis ser injustos no os caséis nada más que con una...\". Ante la cultura poligámica, en las tribus árabes previas al islam, el Corán intentaba establecer un equilibrio.De todas las maneras, al observar las fotografías del encarcelamiento del imán de Fuengirola veo que las mujeres llorosas que le rodean van, todas, veladas y, como se sabe, con la Ley del Velo, en Francia, se ha prohibido que las jóvenes escolares musulmanas vayan a los centros educativos cubiertas por creer, los legisladores, que con ello se genera un problema de discriminación tácita o explícita y genera tensiones. Francia ha intentado resolver el problema por vía de un acto jurídico, pero no hay que olvidar que el islam es la segunda religión de Francia en estos momentos cuando, al menos, 4 millones de personas, en gran parte procedentes de las naciones norteafricanas (el Magreb) conforman una población creciente por las corrientes migratorias.En el caso de España el problema no es menor. Después de casi ocho siglos 711-1492 y conquistado el último reino de Granada, muchas decenas de miles de árabes se quedaron en España. Hubo levantamientos famosos en las montañas de Andalucía y, finalmente, los \"moriscos\" fueron expulsados, definitivamente, en 1609. Fue, como la expulsión de los judíos en 1492, un enorme acontecimiento económico y social ya que los moriscos epresentaban una valiosa aportación laboral en la agricultura y los regadíos. El conde de Villamediana, en un poema famoso, ha dejado memoria del éxodo (hoy están de regreso): \"Cien mil moriscos salieron/ cien mil casas dejaron/ las haciendas que se hallaron/ ¿en qué se distribuyeron?/ La moneda que subieron/ causa de pena y de lloro...Ahora, España, después del 11 de marzo, tiene que vivir con alrededor de 800 mil musulmanes de la emigración. La historia invita a la lucidez y la clemencia. Nadie tiene, para siempre, la razón.



Analista internacional Profesor de la FCPyS.


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