MI MADRE

-MI MADRE-

Solo un ojo tenía mi madre… la odiaba…me sentía avergonzado.

Era cocinera en la escuela donde estuve estudiando, para mejorar nuestra situación económica.

Un día… en el colegio, vino preguntando por mí.
Me sentí muy avergonzado… ¡madre por qué me hiciste esto!

La ignoré, y eché sobre ella una mirada de odio y rencor.

Al día siguiente uno de los compañeros de clase dijo: tu madre sólo tiene un ojo.

En ese instante preferí que la tierra me tragase y que desapareciera de mi vida, mi madre.

La mañana siguiente me enfrenté a ella y le dije:¡has hecho que todos se rían de mí, por qué no te mueres!

Ante esto, ella no contestaba.

No dudaba de lo que dije ni de mis palabras, estaba enfadado.

No respeté sus sentimientos como madre… y decidí abandonar el lugar.

Estudié con mucho mérito y conseguí una beca para estudiar en Singapur.

Por supuesto, fui… estudié… me casé…compré una vivienda…tuve hijos y mi vida transcurría felizmente.

Y, un día… vino mi madre a visitarme, hacía años que no me veía y tampoco conocía a mis hijos, sus nietos.

Mis hijos partieron a reír al verla en la puerta.

Entonces grité: ¿Cómo te atreves a venir a mi casa? ¡ asustas a mis hijos!... ¡sal ahora mismo!

Me contesto con calma y dijo: lo siento…creo que me equivoqué de dirección… y desapareció.

Cierto día recibí una carta del colegio para asistir a la reunión de reagrupación familiar.

Engañé a mi esposa diciéndole que haría un viaje de trabajo.

Después de la reunión me dirigí, por curiosidad, a la casa antigua donde estuve viviendo en mi infancia.

Los vecinos me dijeron que mi madre…había fallecido.
No cayó de mis ojos ni una sola lágrima.

Me entregaron una carta que era suya, que decía:

Querido y amado hijo…he estado pensando en ti siempre, jamás me olvidé de ti. Siento mucho en el alma haber ido a Singapur para visitarte y haber asustado a tus hijos, mis nietos. Me sentí
feliz al saber que vendrías a la reunión. Pero puede que no pueda ir a verte, estoy en la cama. Siento mucho haberte causado vergüenza una y otra vez, en tu vida.
Sabes…cuando eras pequeño sufriste un accidente donde perdiste un ojo y como cualquier madre no pude consentir que vivieras con un solo ojo.
Por eso…te di mi ojo. Fui feliz y me sentí orgullosa sabiendo que mi hijo vería el mundo con mi ojo…
…con amor y cariño…

…TU MADRE.